El ícono de la natividad representa no sólo la escena del nacimiento de Cristo sino una serie de hechos relacionados con la fiesta, enlazándolos unos con otros para aportar a la formación espiritual del creyente que ora frente a esta imagen. El icono contiene varios momentos de la narración evangélica, conformando así un evangelio expresado en formas y colores. Sin lugar a dudas, es la imagen central la que capta la atención del espectador y en ella se encuentra la Virgen con el niño en un pesebre. Las escenas secundarias muestran a los magos de viaje siguiendo la estrella, la anunciación a los pastores, la duda de José y el lavado del niño. |
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La epifanía oriental celebra el Bautismo de Cristo en el río Jordán por Juan el Bautista o “Precursor” (en griego prodromos), como el evento de la manifestación de Cristo como el Hijo de Dios y su corolario, la manifestación de Dios en la Trinidad, y también como el evento que marca el comienzo de la misión salvífica de Cristo. Esto se manifiesta particularmente en la celebración de la Gran Bendición de las Aguas (Megas Agiasmos), que evoca el Bautismo de Cristo y constituye un aspecto conspicuo de la celebración oriental. |
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En esta breve explicación de la Gran Cuaresma describiremos la preparación para la Cuaresma, las características del culto cuaresmal de la Iglesia Ortodoxa, las enseñanzas ortodoxas sobre el ayuno o abstinencia, la oración y otras prácticas que la Iglesia prescribe para la Cuaresma. . |
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En esta breve explicación de la Gran Cuaresma describiremos la preparación para la Cuaresma, las características del culto cuaresmal de la Iglesia Ortodoxa, las enseñanzas ortodoxas sobre el ayuno o abstinencia, la oración y otras prácticas que la Iglesia prescribe para la Cuaresma. |
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VIERNES SANTO
La Virgen María tiene un importante lugar en la Iglesia Católica Bizantina, el que fácilmente se puede observar con el simple hecho de entrar a un templo bizantino: siempre hay al menos un ícono de la Virgen María notoriamente visible a los fieles. Entre todos los santos, la Santísima Virgen María goza de un lugar singular. Es venerada como la más excelsa de todas las criaturas de Dios, «mas venerable que los querubines e incomparablemente más gloriosa que los serafines,» como cantamos en uno de los himnos de la Divina Liturgia. |